Recuerda que no existen fórmulas mágicas para lograr lo que quieres, y en la mayoría de los casos el éxito es solo un 20% de tus resultados, por lo que es importante que puedas rendir en tu trabajo. A continuación te dejamos un paso por día para que adquieras, poco a poco, los hábitos que te llevarán por el camino de la productividad:
Paso 1: Siempre lo más complejo.
Si empiezas con las tareas más difíciles, volcarás en ellas el máximo de tus capacidades. Una vez culminadas, te quedará lo menos complejo por realizar y eso te hará sentirte cada vez más cerca de lograr tu objetivo.
Paso 2: Cambia tu actitud.
Cuanto mejor sea tu buen humor y tu actitud, mejor saldrán las cosas y más positivos serán tus pensamientos.
Paso 3: Más inteligente, no más duro.
En algunas oportunidades es mejor utilizar la inteligencia que la fuerza: no pierdas energía en resolver algo que solo demanda sentido común. Tómate la paciencia necesaria para analizar con calma qué es lo que realmente requiere la tarea.
Paso 4: Sí a la disciplina.
Sin disciplina, dedicación, esfuerzo y voluntad no lograrás nada de lo que te propongas. Son necesarios siempre, pero más que nada, en los momentos donde la motivación no es la mejor.
Paso 5: Trabajar no siempre significa avanzar.
No todo sale tal como se prevé, puede pasar que estés horas en busca de una solución y no la encuentres. En esos casos, el mejor remedio es detenerse, meditar y no estresarse; de esta manera, es más probable que surja una alternativa.
Paso 6: Rodéate de personas positivas.
No pierdas el tiempo involucrándote con personas que no valen la pena. Reúnete con aquellos que aporten a tu proyecto. A veces estas compañías dan el impulso o la celeridad que no se tiene, por lo que resultan sumamente positivas.
Paso 7: Siempre hacia delante.
Mirar para atrás, ni para tomar impulso, dice un refrán. Procura siempre enfocarte en tu objetivo, sin importar lo que suceda.
Fuente: http://www.finanzaspersonales.com.co/
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